Foro de la Economía del Agua
El visionario americano Richard Buckminster Fuller sostenía que la realidad no se cambia bregando con ella, sino creando un nuevo modelo que la haga obsoleta. Sin embargo, raramente se nos presenta la posibilidad de reiniciar la realidad para poder remodelarla. Para bien y para mal, la recuperación de la pandemia nos brinda esta oportunidad, y nos permite restablecer las prioridades críticas para un desarrollo que solo podrá ser sostenible, porque en esta ocasión, lo urgente y lo importante confluyen.
Afortunadamente, no partimos desde cero, porque contamos con una hoja de ruta llamada Agenda 2030, que señala 17 hitos para alcanzar una realidad mejor. Como solemos decir, a menudo, el propio viaje importa más que el punto de llegada. El solapamiento y gravedad de las crisis sanitaria, socioeconómica y ambiental en curso, nos obliga a diseñar un ecosistema de proyectos que marquen la transición hacia una economía más circular e inclusiva: los Objetivos de Desarrollo Sostenible deben ser no solo consecutivos de esta transición de sostenibilidad, sino también constitutivos de la misma; porque los cambios se necesitan ya.
Esta nueva visión debe tener una perspectiva global e incorporar una cultura de participación y responsabilidad, evitando promover espejismos cortoplacistas, como el reducir las emisiones a base de externalizar la industria contaminante al tercer mundo, o usar la certificación de huella de carbono para el proteccionismo comercial de los países más desarrollados.
Si alguna lección cabe sacar del brote de COVID-19, es que las causas y los efectos han dejado de ser locales. Esto nos obliga a repensar la economía (del griego oîkos, casa y nomós, normas) para que ésta evolucione hacia un modelo más de capas que de segmentos: los 17 objetivos de la Agenda 2030 se entienden mejor como un sistema de capas interrelacionadas, que como una colección de segmentos separados. Y en este sistema, el elemento central es el agua, sujeto de propio derecho en la Agenda, como ODS-6, que formula la meta de «garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos».
El Foro de la Economía del Agua nació precisamente con el propósito de promover un espacio independiente de reflexión estratégica y diálogo sobre el ciclo urbano del agua, con la aspiración de abordar los múltiples desafíos a los que se enfrenta la gestión de los recursos hídricos; con una clara vocación de acción global. Las circunstancias actuales hacen más relevante que nunca este objetivo fundacional, y resaltan la responsabilidad de todos los integrantes del foro a la hora de identificar y poner en marcha oportunidades que favorezcan la realización del conjunto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde nuestro sector.
Muchas de las prioridades de la Agenda 2030 son relevantes para dar respuesta a los retos que el COVID-19 ha puesto de manifiesto. Pero pocas afectan tanto a la vida de tantos, y pueden contribuir tanto a la creación de nuevo marco de sostenibilidad, como la gestión integrada de los recursos hídricos en todos los niveles, y nuestro impulso sectorial para crear una infraestructura básica universal que garantice la consecución del ODS-6, en todo su alcance.