El derecho humano al agua y al saneamiento sigue siendo un reto que, pese a su importancia, aún está lejos de conseguirse en muchos lugares del mundo. En España ya gozamos de una cobertura universal de este derecho, pero los datos de Naciones Unidas a nivel mundial siguen siendo dramáticos: en el año 2022, todavía continuaban sin agua potable gestionada de manera segura 2.200 millones de personas, entre los cuales 703 millones no contaban con un servicio básico de agua. Además, 3.500 millones de personas carecían de saneamiento gestionado de manera segura: 1.500 millones no disponían de servicios básicos de saneamiento y 2.000 millones carecían de una instalación básica para lavarse las manos.
Esta situación ha motivado que el último Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (HLPF), celebrado recientemente en Nueva York, haya planteado la urgencia de avanzar en el ODS 6, para lo cual ha lanzado la primera Estrategia para todo el sistema de las Naciones Unidas para el agua y el saneamiento.
Esta estrategia se ha diseñado para ser implementada por las entidades de las Naciones Unidas que trabajan en agua y saneamiento dentro de sus áreas de mandato a nivel global, regional y nacional, en colaboración con los Estados Miembros y diversos socios y partes interesadas. Los objetivos establecidos son fortalecer el liderazgo de todo el sistema de las Naciones Unidas en materia de agua y saneamiento; mejorar el apoyo a los países mediante la movilización de capacidades y recursos disponibles; aumentar la coherencia de las políticas de agua y saneamiento, y apoyar al sistema de las Naciones Unidas para que los países aceleren el progreso a través de los cinco aceleradores globales del ODS 6: financiamiento, datos e información, desarrollo de capacidades, innovación y gobernanza.
El alcance de esta estrategia abarca todos los asuntos relacionados con el agua dulce, incluyendo el saneamiento. Así, incluye a las aguas superficiales y subterráneas, la interfaz agua dulce – agua salada y los recursos de agua dulce en términos de calidad y cantidad, desarrollo, evaluación, gestión sostenible, monitoreo y uso. Respecto al saneamiento, abarca su ciclo completo, el tratamiento seguro de residuos para su reutilización, así como el riesgo de desastres, emergencias y los desafíos relacionados con el agua y el saneamiento debido al clima.
Cooperación internacional y entorno para compartir experiencias
El Foro de la Economía del Agua celebra esta iniciativa de Naciones Unidas y comparte su visión sobre la necesidad de impulsar acciones rápidas y decididas para cambiar el rumbo y acelerar el progreso hacia el ODS6, cuando solo faltan siete años para el final de la Agenda 2030. Lograr los objetivos marcados exige de la máxima cooperación multilateral entre las partes y un entorno para compartir experiencias de éxito, así como un marco financiero multirregional que contribuya al desarrollo de los proyectos de agua y saneamiento en aquellas comunidades más alejadas de las garantías a este derecho humano fundamental.
Es importante que el agua, en tanto que recurso natural cada vez más escaso e impactado de lleno por el cambio climático, se sitúe en el centro de la agenda internacional para proporcionar un marco de cooperación y compromiso que dé un impulso decisivo al ODS6 en todo el planeta, para lo que consideramos que una COP de Agua, como la hay de lucha contra el cambio climático, de biodiversidad o de sistemas alimentarios, entre otras, contribuiría a poner los recursos hídricos al nivel de su importancia para la vida y el bienestar de las personas.
El agua es esencial no solo para la salud, sino también para reducir la pobreza, garantizar la seguridad alimentaria, la paz, los derechos humanos, los ecosistemas y la educación. Sin embargo, los países se enfrentan a retos cada vez mayores relacionados con la escasez de este recurso, la contaminación de las aguas, la degradación de los ecosistemas relacionados con el agua y la cooperación transfronteriza.
En este sentido, estaremos muy pendientes de la décima sesión de la Reunión de las Partes en el Convenio del Agua que se llevará a cabo en Ljubljana (Eslovenia) del 23 al 25 de octubre de 2024, donde se darán cita más de 500 representantes de unos 80 países. Allí, bajo el título “Nuestras aguas, nuestro futuro: cooperación hídrica transfronteriza para impulsar la resiliencia climática”, los participantes revisarán el progreso realizado bajo el programa de trabajo 2022-2024, discutirán los desafíos en la cooperación en materia de aguas transfronterizas y adoptarán un nuevo programa para 2025-2027.
Este instrumento global en forma de plataforma intergubernamental, crucial para discutir la cooperación en materia de aguas transfronterizas, podría ser el germen de esa más que necesaria Conferencia de las Partes de Naciones Unidas para la gestión de los recursos hídricos en el contexto del cambio climático.
De momento, toca celebrar desde Foro de la Economía del Agua esta nueva Estrategia con la que las entidades de las Naciones Unidas se han comprometido a unir sus esfuerzos y maximizar la fuerza colectiva del sistema. Acelerar las acciones en materia de agua y saneamiento a través de esta estrategia ayudará a transformar las vidas de miles de millones de personas e impulsar avances en todas las dimensiones del desarrollo sostenible.