La desertificación se define formalmente como la degradación de las tierras áridas como consecuencia de las variaciones climáticas y las actividades humanas. Esta definición encierra una complejidad insospechada, que ha derivado en concepto ambiguo y poco operativo. La cima de esta deconstrucción se pone de manifiesto con el último Atlas de Desertificación Mundial, donde lo primero que se hace es justificar la ausencia de mapas de desertificación. Este largo proceso de decadencia, que arranca en los orígenes coloniales del concepto, explica la pérdida de influencia de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, una trayectoria opuesta a la de sus Convenciones hermanas, la de Cambio Climático y Biodiversidad, y el fracaso de las soluciones implementadas hasta la fecha. La deriva ha ido cristalizando es una serie de tópicos y medias verdades que este libro pretende aclarar. Especial interés merece la relación entre la desertificación y el agua o, más específicamente, con el uso del agua en un territorio que se caracteriza, de acuerdo a la definición, por la escasez hídrica.

El Cuaderno repasa los fundamentos conceptuales e históricos de la desertificación, ilustrando con algunos ejemplos cómo la confluencia de diversos factores (ambientales, tecnológicos o políticos) desemboca en graves procesos de degradación ambiental que liquidan para siempre la capacidad productiva de un territorio. Además, con afán de presentar un plano más optimista de la desertificación y de la Convención, se presenta el vanguardista planteamiento de la Neutralidad de la Degradación de las tierras, una propuesta muy ambiciosa y original. Con ella se trasciende tanto el ámbito climático de la desertificación, como la que ha parecido consolidarse como la solución definitiva tanto a este importante problema como al cambio climático, la reforestación de los ecosistemas. Con ayuda de ejemplos veremos cómo las soluciones para abordar la desertificación no son simples, están más cerca de las innovaciones éticas o socioeconómicas que de las tecnológicas, y requieren de una precisa coordinación administrativa y sectorial.

Carlos Mario Gómez Gómez

Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Alcalá y miembro del comité académico del Foro de la Economía del Agua.

En esta nueva entrega de los Escritos del Agua, Jaime Martínez Valderrama nos invita a reflexionar sobre uno de los desafíos más urgentes y, a la vez, más ignorados en el debate público sobre los asuntos del agua: la desertización. La desertización es el proceso de degradación del territorio como consecuencia de actividades económicas y decisiones inadecuadas, tanto a nivel público como privado.

El autor, Jaime Martínez Valderrama, es investigador del Centro de Zonas Áridas del CSIC y es uno de los investigadores españoles de referencia en el estudio de las zonas áridas del planeta. Como escritor y científico vocacional, el autor comprende la importancia de comunicar los resultados de la investigación y contribuir mediante evidencias, debates y persuasión al desarrollo de una conciencia crítica en la sociedad, que permita construir respuestas y forjar los mecanismos de cooperación necesarios para ponerlas en práctica.

La desertización afecta a muchas regiones semiáridas, pero en particular a aquellas ubicadas a ambos lados del Mediterráneo. El territorio es el punto de encuentro de todos los impactos de las actividades humanas, y su dinámica está moldeada por las modificaciones provocadas por los múltiples usos del suelo. Todos sus ecosistemas asociados al territorio y su capacidad para brindar servicios a la economía, como la provisión de agua, nutrientes, producción primaria de biomasa y la preservación de la biodiversidad, entre otros, se ven afectados por la desertización. La desertización conlleva la pérdida progresiva de la capacidad para brindar dichos servicios. En las zonas semiáridas, estos procesos de degradación están estrechamente vinculados a las decisiones sobre el uso del agua.

A través de ejemplos de diferentes lugares y épocas, Jaime Martínez Valderrama nos presenta una historia convincente del ciclo vital que atraviesan muchas zonas áridas del planeta. Todas las historias de desarrollo económico en estas áreas comparten un origen común: la movilización del agua para aprovechar las ventajas comparativas del territorio.