La última Cumbre sobre los ODS de 2023 de las Naciones Unidas alertó sobre la persistencia de los grandes desafíos mundiales, recogidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como sus implicaciones negativas para el progreso. En el ecuador de los ODS, la organización ha publicado un informe con una conclusión principal: hacen falta más inversiones para culminar la Agenda 2030, que deben ir acompañadas de alianzas que apuesten por la colaboración entre Estados y la sociedad civil. Sin una apuesta por las alianzas, los conflictos amenazan con descarrilar el progreso de los últimos años para cumplir con los ODS.
El informe alerta que, a día de hoy, la situación es muy preocupante debido a la lenta implementación de la Agenda y a la confluencia de las crisis mundiales tales como las guerras, el cambio climático o la sequía. En un mundo interconectado y globalizado, donde las crisis no son eventos independientes y están entrelazadas a través de múltiples vertientes como la medioambiental, la económica o la social, la ONU alerta de que, si no se aceleran los esfuerzos de forma colectiva, el mundo corre el riesgo de entrar en una etapa de recesión humanitaria. Así, el informe señala que los cambios transformadores son necesarios y solo se podrán lograr a través del multilateralismo.
Aumentar las inversiones en agua y saneamiento
Por lo que respecta al ODS 6, el informe destaca la necesidad de aumentar la inversión en las infraestructuras de agua y saneamiento para lograr el acceso universal a agua corriente y reducir a la mitad los residuos no tratados. Entre 2000 y 2020 se han producido avances en la gestión de agua potable, a través de los cuales la proporción de la población mundial que utilizó agua gestionada de forma segura aumentó un 12%, pasando del 62% al 74%. No obstante, persisten las desigualdades entre países, y todavía 2.200 millones de personas no utilizan agua potable gestionada de forma segura. Respecto al saneamiento, el informe también destaca que se ha avanzado en el acceso a servicios adecuados de saneamiento e higiene equitativos, aunque todavía existen 3.400 millones de personas que carecen de una gestión de servicio seguro de saneamiento y 1.900 millones no poseen servicios básicos o de higiene. La escasez de agua continúa amenazando la vida tal y como la conocemos. Actualmente, cerca de 2.300 millones de personas viven en países con escasez de agua, de las que 733 millones viven en zonas de estrés hídrico crítico y alto. El informe señala que las personas que corren más riesgo son aquellas que viven en contextos inestables y frágiles, ya que tienen menos probabilidades de disfrutar de un servicio de agua potable y una gestión segura, y de ellos, los más vulnerables son las personas que viven en campos de refugiados.
La gestión hídrica sigue siendo un problema crónico en muchas sociedades. De hecho, más de la mitad de los países del mundo no están bien encaminados para albergar una gestión de los recursos hídricos de forma sostenible de cara a 2030 y equilibrar la demanda del agua. Además, de los 153 países que comparten aguas transfronterizas, solo 24 tienen todos los ríos, lagos y acuíferos protegidos por acuerdos de cooperación, acuerdos que son necesarios, ya que consolidan un marco de acción no solo para prevenir o gestionar conflictos, sino para avanzar en un desarrollo sostenible transfronterizo.
El ODS 6 es un objetivo transversal, ya que el agua influye de manera directa en todos los ODS. El cambio climático está provocando estrés hídrico e inseguridad alimentaria y alterando los ecosistemas marinos y terrestres y el agua dulce. El calentamiento global está dañando la biodiversidad, destruyendo medios de vida y agrandando desigualdades. Esta situación también repercute en las sociedades, ya que la escasez de recursos hace que se intensifiquen las tensiones y conflictos políticos.
No habrá progreso si no se asegura el bien más preciado, el agua, que afronta múltiples amenazas y necesita una acción conjunta para asegurar su conservación. En este sentido, es fundamental fomentar el ODS 17, que pone el énfasis en las alianzas para seguir avanzando. Es importante continuar apostando por la cooperación, el acceso a la ciencia, la tecnología y la innovación, y creando sinergias que permitan una gestión más eficiente y equitativa para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estamos a mitad de camino. Vamos tarde. Es necesario aumentar los esfuerzos para culminar la Agenda 2030.
Autor: Foro de la Economía del Agua