XII Foro de la Economía del Agua – martes 14 de julio
Expertos debaten sobre la seguridad hídrica en un contexto de adaptación al cambio climático en el XII Foro de la Economía del Agua, celebrado por primera vez de forma virtual. Con la participación de Francisco Lombardo, Íñigo Losada, Francisco Doblas-Reyes, Francisco Heras y Gonzalo Delacámara, se ha reflexionado sobre la necesidad de avanzar en la consecución de soluciones supranacionales y aunar esfuerzos para abordar los grandes desafíos de la humanidad. En la jornada, se ha concluido que la crisis de la COVID ha evidenciado la vulnerabilidad del sistema para responder a desafíos globales.
Que la crisis de la COVID-19 ha supuesto un punto de inflexión, en la medida en que ha evidenciado la vulnerabilidad ante desafíos globales, entre los que quizá uno de los más importantes y, al tiempo, más infravalorados, es la necesidad de avanzar en la seguridad hídrica a largo plazo en el contexto de la emergencia climática, ha sido una de las grandes conclusiones del XII Foro de la Economía del Agua, celebrado hoy. Los paralelismos son inmediatos: la necesidad de avanzar desde la gestión de crisis a la gestión de oportunidades y riesgos, la imperativa necesidad de soluciones supranacionales y federales, la mirada sistémica, la coordinación de políticas sectoriales, la necesidad de concertación entre agentes de diversa índole, el valor de la información y el conocimiento.
Articulado en torno a 2 mesas de debate y con un plantel de ponentes excepcional, el XII Foro de la Economía del Agua, ha reunido hoy a prestigiosos expertos internacionales en materia de cambio climático y seguridad hídrica. En la inauguración del Foro, conducido por la meteoróloga de Antena 3, Mercedes Martín, Francisco Lombardo, fundador del Foro de la Economía del Agua, y de iniciativas como BforPlanet, el primer congreso multisectorial, ferial y expositivo de España en torno a la sostenibilidad y la Agenda 2030, ha asegurado que “urge incorporar la gestión del agua y el ciclo urbano en las agendas políticas, económicas y empresariales; y hacerlo al mismo nivel y con el mismo compromiso que la crisis climática. De no ser así, puede que la humanidad se vuelva a enfrentar a una crisis de consecuencias impredecibles, y para la que, de ninguna manera, está preparada”, ha señalado Lombardo en un evento que ha tenido una gran acogida y repercusión. “La COVID nos ha hecho darnos cuenta de nuestra vulnerabilidad ante los desafíos globales. Debemos pasar de la gestión de la crisis a la gestión de los riesgos y las oportunidades”. “Ante los grandes desafíos de la humanidad, debemos actuar con conciencia, rigor científico y ética”, ha concluido Lombardo.
En un contexto en que nada parece tan cierto como la incertidumbre, el Foro de la Economía del Agua, que alcanza su duodécima edición, ha impulsado un nuevo y necesario foro de debate en torno a la seguridad hídrica a largo plazo en un contexto que requiere la promoción de estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático. Máxime, cuando la crisis que resulta de la pandemia global de COVID-19, ha puesto de manifiesto que la crisis sanitaria viene acompañada, al menos en los 188 países afectados por la pandemia, de una profunda crisis económica, una crisis social de gran calado, crisis política… En opinión de los organizadores, la crisis de la COVID-19 es la “crisis del estado-nación”, y la evidencia de la necesidad de soluciones supranacionales y esfuerzos inclusivos.
En opinión de Gonzalo Delacámara, director académico del Foro de la Economía del Agua, “con el estado de alarma y de confinamiento, se ha puesto de manifiesto que esta crisis podría haberse evitado o, cuando menos, minimizado en términos de salud pública e impacto social y económico, si la política se construyese sobre evidencia científica, si se reconociese el valor de la ciencia, de la investigación (básica y aplicada), si se concediese mayor relevancia al conocimiento y la experiencia. España, pese a ser la cuarta economía de la Unión Europea, está muy lejos de ese cuarto puesto en cuanto a inversión en investigación, desarrollo tecnológico e innovación, como porcentaje del PIB. Además, cada año no se ejecuta una parte muy importante de los recursos presupuestarios destinados a estos fines”.
Cambio climático y seguridad hídrica, a debate
Íñigo Losada (director de investigación del Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria) y Francisco Doblas-Reyes (director del departamento de Ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing Center) han reflexionado sobre “las conexiones entre la mitigación y la adaptación al cambio climático, como desafío generacional”. Dos cuestiones de gran transcendencia en la actualidad, y es que progresivamente, y no sin dificultades, se ha ido instalando en una parte de la sociedad la idea de que la mitigación del cambio climático a través de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero debe ser una prioridad de primer orden. Para ello, no solo se ha aceptado la contundencia de la evidencia científica al respecto, sino que se ha entendido la importancia de la transición en el modelo energético.
Los ponentes han aportado datos cuantitativos que muestran la gravedad de la situación derivada del cambio climático y el calentamiento global, reivindicando una visión global para mitigar los efectos del cambio climático, y local, para la adaptación a sus consecuencias. Ambos expertos han coincidido en que es necesario empezar a actuar: la crisis de la COVID nos ha hecho comprobar que, si reducimos las emisiones, el sistema responde.
Sobre el “valor de la política basada en evidencia de cara a la emergencia climática y la seguridad hídrica a largo plazo”, han debatido el consejero técnico del área de Adaptación de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), Francisco Heras, y el propio Gonzalo Delacámara, director académico del Foro.
Francisco Heras ha adelantado algunos aspectos del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 del Ministerio de Transición Ecológica y que dedica un amplio espacio a la cuestión hídrica. Entre otras cuestiones, contempla la ampliación y actualización del conocimiento del impacto climático, profundizando sobre sus efectos en el sector hídrico, incluida la demanda de agua. En esta gestión, “es imprescindible incluir la ciencia, pero sin dar de lado al componente social y político”.
Por su parte, Gonzalo Delacámara ha recordado que España tardó diez años en recuperar los niveles de inversión en I+D previos a la anterior crisis económica, situándose en un 1,24% del PIB, todavía muy lejos del nivel máximo de inversión alcanzado en 2010 (1,35%) y del objetivo del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación para 2020 (2%). Además, España, la cuarta economía de la Unión Europea por valor del PIB, sigue muy lejos de la media de la UE y de los países que más prioridad presupuestaria conceden a este tema.
Delacámara ha analizado la crisis del cambio climático, estableciendo un paralelismo con la COVID-19: “Las crisis obligan a enfrentarse a soluciones limitadas y a un coste mucho mayor de que habría costado su prevención. En el cambio climático, debemos tener en cuenta además el coste de la inacción: si no hacemos nada, tendremos que enfrentarnos después a grandes catástrofes naturales”. “Este tipo de crisis deja en evidencia el poco margen de maniobra de los Estados”, añade. A efectos prácticos, ha destacado la importancia de la coordinación de políticas sectoriales, así como una buena gestión de la investigación.
“La crisis actual (COVID-19) ha puesto de manifiesto debilidades en investigación en epidemiología o salud pública, pero sobre todo la debilidad de los puentes y del diálogo entre la comunidad científica y los decisores políticos, y entre quienes producen información y la canalizan y los ciudadanos, una fragilidad que también puede observarse en el contexto de la gestión de recursos hídricos y la adaptación al cambio climático”, han sido algunas de las conclusiones de este XII Foro de la Economía del Agua.
Sobre el Foro de la Economía del Agua
El Foro de la Economía del Agua es una iniciativa auspiciada por la Universidad de Alcalá (UAH), liderada por un grupo de académicos, que tiene por objetivo promover un espacio independiente de reflexión y diálogo sobre el ciclo urbano del agua desde la óptica de su gestión, de cara a abordar diferentes desafíos que enfrenta el sector y que son de la máxima actualidad y prioridad, no solo en España sino a nivel mundial. Cuenta además con el apoyo y participación de la Universidad de Granada, la Universidad Autónoma de Barcelona y la editorial McGraw-Hill.