- La normativa sobre hidrógeno se articula en la planificación y a las autorizaciones para la producción; sin embargo, en lo que se refiere a las posibles tensiones por su uso intensivo de agua dulce, queda mucho por legislar (Johann Christian Pielow)
- Por el efecto del cambio climático, las sequías van a ser más frecuentes, más duras y menos predecibles. Se van a convertir en la nueva norma, tenemos que adaptarnos a una menor oferta de agua y con más variabilidad (Vanessa Casado-Pérez)
- Las energías renovables tienen un papel fundamental en el desarrollo de soluciones sostenibles para mejorar el equilibrio hídrico. Un ejemplo es la desalación, que en la actualidad representa una alternativa competitiva y sostenible (Francisco Lombardo)
El desarrollo de nuevas tecnologías de generación de energía renovable, como el hidrógeno verde, pueden contribuir de manera fundamental a la descarbonización de las economías y por consiguiente a la lucha contra los efectos del cambio climático. Para su implantación a gran escala es importante tener en cuenta que se trata de tecnologías intensivas en el uso de agua dulce, un recurso imprescindible y cada vez más escaso. Por este motivo, expertos del Foro de la Economía del Agua han hecho un llamamiento para que se establezca una legislación robusta sobre el uso del agua en la generación de energía.
Por lo que respecta al hidrógeno verde, una de las energías renovables más prometedoras, “hasta ahora, la normativa europea y de los estados miembro se articula en base a la planificación y a las autorizaciones para la producción, el almacenamiento, el transporte y la regulación de las futuras infraestructuras. Sin embargo, en lo que se refiere a las posibles tensiones por el uso intensivo de agua dulce, queda mucho que legislar”, explica Johann Christian Pielow, profesor de Derecho Público Económico en la Universidad de Bochum (Alemania), miembro del Comité Académico y ponente del XV del Foro de la Economía del Agua.
El experto recuerda que el consumo humano “debe establecerse como uso prioritario del agua”, y que el resto de sus aplicaciones – energéticas, industriales o de cualquier otra naturaleza – deben situarse en un segundo rango, sin olvidar que “el uso del agua es también necesario para el sector de la producción energética convencional”.
Agua y energía en el contexto del cambio climático
El Foro de la Economía del Agua apunta que el cambio climático demanda un nuevo de paradigma en la utilización de recursos naturales, lo cual afecta directamente al agua y a la energía, de modos diferentes pero complementarios. En el sector del agua, la adaptación al cambio climático “requiere de medidas reactivas”, como el ahorro de agua o el desarrollo de tecnologías de reutilización, “mientras que en la energía, las actuaciones deben ser proactivas, como el desarrollo de energías renovables para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Ambos sectores son complementarios y su gestión sostenible requiere un enfoque conjunto”, apunta el Prof. Pielow.
El cambio climático está trayendo consigo, entre otros efectos, un incremento de los periodos de sequía y de los fenómenos meteorológicos extremos como las lluvias torrenciales. Vanessa Casado-Pérez, profesora asociada de la Facultad de Derecho de Texas A&M, miembro del Comité Académico y ponente del XV Foro de la Economía del Agua, explica que el cambio climático trae consigo un aumento paulatino de la incertidumbre hídrica: “siempre hemos vivido sequías periódicas, pero ahora van a ser más frecuentes, más duras y menos predecibles. Podemos decir que las sequías van a ser la nueva norma, lo que implica que nos tenemos que ajustar a una menor oferta de agua y con más variabilidad”.
En este complejo escenario, el Foro de la Economía del Agua recuerda que las energías renovables tienen un papel fundamental en el desarrollo de soluciones sostenibles para mejorar el equilibrio hídrico. Un ejemplo destacado es la desalación, una herramienta que durante décadas se ha visto lastrada por su alto consumo energético y que “es en la actualidad una alternativa competitiva y sostenible para aumentar la cantidad y la calidad del agua disponible gracias a las renovables”, afirma Francisco Lombardo, presidente del Foro de la Economía del Agua.
Junto a la desalación, el presidente del Foro de la Economía del Agua apunta la reutilización como una de las grandes soluciones para paliar la crisis hídrica. “Las herramientas tecnológicas para hacerlo ya están disponibles, y de hecho van un paso más allá, ya que permiten mejorar la calidad del agua en el proceso y dar lugar a lo que entendemos por agua regenerada”.
Los desafíos del cambio climático en la economía del agua, el nexo agua-energía y la innovación tecnológica fueron algunos de los temas fundamentales que se abordaron en el XV Foro de la Economía del Agua, que se celebró conjuntamente con la II Expo Agua Santiago, el mayor encuentro sobre gestión hídrica de Chile. El evento, en formato híbrido, tuvo lugar el pasado 13 de octubre en el Centro Parque de Santiago de Chile y reunió a grandes expertos en gestión hídrica de ambos lados del Atlántico.